Hoy en la mañana nació este pequeño cuento. Enjoy
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A través de sus ojos.
¡¿Que paso?! De un salto me levante. Ah! Es él.
Es raro que me quede dormida tan tarde, creo que al fin los años me están alcanzando.
Él camina a la cocina, se ve cansado, parece que durmió poco. Entiendo su pesar, yo también dormí poco, contemple la luna, no pensaba en cosas en particular, solo la veía.
Comienza a hacer una revolución. Prepara su desayuno. Es raro. Solo preparaba el desayuno cuando ella estaba en casa y habían peleado. Era su manera de pedir disculpas. Nunca en voz, solo en acciones.
Lo conozco, llevamos un tiempo compartiendo casa, casi no hablamos, pero sabemos cuando algo esta mal, sin tener que decirlo.
Te he preparado una porción. Me dice. Sabe que un desayuno no le niego, quizás una cena, mas nunca desayuno. Me acerco a él y me recargo un poco, sabe que es mi manera de decirle que me preocupa. No soy buena mostrando mis emociones. Compartimos el mismo problema.
La extraño, me dice.
Solo observo. No me atrevo a decirle nada.
Ella lleva unos meses fuera de la ciudad.
Algunas noches, cuando esta realmente triste, estoy con él en su cuarto. A veces solo me siento a su lado, otras me gana el sueño y me quedo dormida antes que él, es en esos momentos cuando no se atreve a decirme que necesita su espacio.
Siento que nos traemos paz mutuamente…
Terminamos de desayunar, deja los platos a un lado. Y comienza a tomar sus cosas para irse. Otro día más -dice al aire, en un tono de lamento. Camina hacia la puerta, lo sigo unos pasos.
Te encargo la casa, me dice. Y solo puedo darle un maullido como adiós.